En el territorio nacional, según Inexmoda (2008) el eslabón de las confecciones se reparte principalmente entre las redes empresariales de Antioquia y Bogotá, pero a nivel general, las empresas de textiles se encuentran ubicadas en las siguientes ciudades principalmente: Medellín, Bogotá, y las otras ciudades como Cali, Pereira, Manizales, Barranquilla, Ibagué y Bucaramanga. En el departamento de Antioquia y localizadas en el Valle de Aburra se encuentran las tradicionales y antiguas empresas textileras del país, Coltejer y Fabricato – Tejicondor, que trabajan a partir de algodón y sus mezclas, en las que se produce el 34% del tejido nacional. En Bogotá se encuentran las productoras de tejidos de punto, a partir de mezclas de algodón y fibras sintéticas. Ambas redes tienen especializaciones y diferencias de comportamiento así, las antioqueñas generan más valor agregado y dedican una proporción importante, más del 40%, a la exportación, la que esperan incrementar con las nuevas inversiones en Fabricato, mientras la industria bogotana destina el 90% al consumo interno, el que complementa con algunas importaciones. En el departamento del Valle hay otra red empresarial, con seis empresas que combinan producción nacional y comercio de bienes importados14.
Por otro lado y de manera complementaria, se describe a continuación un panorama general del sector textil con base en información de Proexport para 2007:
La ciudad de Medellín concentra el 38% de la producción textil, se especializa en textiles de algodón, mezclas con poliéster, lanas técnicas para prendas, hogar y usos técnicos de telas en plano y punto. Por su parte Bogotá genera el 53% de los textiles, produce telas en plano, y punto con fibras sintéticas de poliéster y acrílicos para las confecciones, hogar y usos técnicos. Por otro lado Ibagué produce el 5% de los textiles del país, Cali es el tercer centro de producción de confecciones, y representa el 2% de la producción de textiles nacionales, mientras que Pereira concentra el 2% de la industria textil.
A diferencia del eslabón de confecciones, el textilero cuenta con una alta actividad gremial dentro de la que se destaca la participación activa de entidades como la ANDI, agremiación sin ánimo de lucro, que tiene como objetivo difundir y propiciar los principios políticos, económicos y sociales de un sano sistema de libre empresa, también existe Ascoltex que es un gremio que convoca a los industria del sector textil y de los hilados del país, por otro lado Cidetexco es una entidad de apoyo tecnológico para la internacionalización de las empresas del Sector Fibras Textil Confección de Colombia; también esta Acoltex que es la Asociación Colombiana de Técnicos y Profesionales Textiles y de la Confección.
Las empresas del sector textil, aparecen como principales protagonistas dentro del estudio de Sectores de clase mundial en Colombia e investigación patrocinada por parte del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, y adelantada por la empresa McKinsey. De esta investigación es importante resaltar que las principales tendencias mundiales en el tema de textiles, están orientadas por las preocupaciones que tienen los consumidores por temas éticos como el cambio climático, generando así para Colombia, oportunidades dentro de las que se destacan la amplia biodiversidad que podría ser aprovechada para el desarrollo de productos verdes a partir de fibras naturales, las cuales se pueden utilizar para generar funcionalidades en los productos finales como por ejemplo propiedades antibacteriales, y convertirse así en una opción de abastecimiento no riesgosa en relación a temas éticos, así como el desarrollo de productos orgánicos competitivos.
De manera complementaria muchas de las necesidades que se observan en la cadena, pasan por el hecho de que en este eslabón, los desarrollos en investigación son incipientes y con poco estímulo. A nivel nacional, no existe una oferta de centros de investigación ni personal con dedicación a resolver problemas del eslabón textil. Por otro lado, no se cuenta con una gran oferta de personal formado específicamente en el área como ingenieros textiles ó personal técnico en el general. Se estima que el 74% del personal de las textileras, cuenta con formación básica de bachilleres. Por consiguiente, existe en la actualidad una sola facultad de ingeniería textil, 11 programas universitarios de diseño de modas, aproximadamente 10 programas técnicos y tecnológicos y un poco más de 40 cursos relacionados con la industria prestados por el SENA y las Cajas de Compensación y no hay en el país programas gerenciales especializados en el sector (McKinsey & Company 2009).
En este orden de ideas, es importante mencionar que dentro de este eslabón se percibe la necesidad de empresas que ofrezcan servicios de diseño en textiles, así como se observa la falta de software para diseño de productos15; a nivel general se identifican requerimientos en el desarrollo de materiales textiles que sean más compatibles con las necesidades y desempeño humano, esto debido a que los nuevos desarrollos en automatización de procesos industriales están haciendo evolucionar la producción de materiales amigables con el medio ambiente, logrando generar productos de la alta capacidad de reciclaje que puedan ser convertidos incluso en biomasa para la generación de energía.(Cidetexco 2009)
De manera directa, la ley del plomo ó “Consumer product safety improvement act of 20083 puede afectar desde este eslabón el desarrollo de la cadena, debido a que sus esfuerzos en cuanto diseño y composición de la prenda, deben centrar- se en producir telas con base a los requerimientos del marco normativo definido por el gobierno norteamericano y que tiene incidencia en el mercado de las confecciones.
Según registros de Oeko – Tex Standar 100, norma internacional que certifica que los productos textiles no contengan sustancias prohibidas o reguladas por ley como productos químicos que se conocen como perjudiciales para la salud y parámetros que son incluidos como medida de seguridad, para Colombia la única empresa que se ha certificado en dicho proceso es Encajes de Colombia S.A., con un Certificado tipo II (Certificación para textiles que estén en contacto directo con la piel con una gran superficie como por ejemplo ropa interior, blusas, camisas etc).
En términos generales, algunas de los problemas y necesidades en materia de investigación que se identifican en este eslabón son:
- Actualización de procesos tecnológicos, la maquinaria puede sobrepasar los 30 años de uso en la mayoría de los procesos
- Altos costos de modernización de maquinaria de procesos automatizados
- Desarrollo en textiles con características como no arrugables, que generen quiebres, repelentes a manchas y grasas.
- Generación de acabados de textiles acorde con las demandas del mercado, a partir de procesos de lavado y tinturado
- El consumidor tiene baja educación sobre los productos que compra, por lo anterior, se hace difícil desarrollar textiles inteligentes y con aplicaciones nano tecnológicas, debido a que no existe mercado y su comercialización es difícil.
- Aunque se desarrollan pruebas en textiles antibacteriales, los costo de los químicos para el tratamiento de la tela son bastante altos.
- Altos desperdicios de materia prima, principalmente en los procesos de hilatura, los cuales pueden genera hasta el 10% de desechos, creando sobre costos por pérdida de material.
- Certificados Oeko – tex para materias primas (Hilos)
- Baja integración de la cadena productiva
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